El nuevo escenario tecnológico se instaló en toda la sociedad, repercutiendo en todo tipo de empresas, marcando el ritmo de la productividad y la capacidad de adaptación que consiguen tener desde los pequeños emprendedores hasta los grandes grupos empresarios.
Con esta evolución tecnológica, que genera cambios profundos principalmente en las comunicaciones, sistemas y el trabajo, el concepto agilidad se puso en boga, y todos los índices muestran que se mantendrá firme, ya cercanos a ingresar en la segunda década del nuevo milenio. Es que es necesario tener en cuenta, que hace veinte años, no se trabajaba de la misma manera, y todos los cambios suscitan otros.
La realidad es que en estos últimos años, creció exponencialmente el tener acceso a Internet. Esta circunstancia a nivel laboral generó nuevas oportunidades para los emprendedores y Pymes, que con un pequeño capital de inversión, pudieron comenzar a planificar y desarrollar su propio negocio, situación que relativamente hace poco tiempo era impensada, dado que las posibilidades tecnológicas y económicas eran mucho más acotadas, y más restrictivas para que el ciudadano común invierta y cree su propia empresa. Pero, también hay que reconocer que tan sólo trabajar con Internet y programas preestablecidos no alcanza si se busca crecer, haciéndose necesario contar con un sistema de gestión que ayude en la productividad de las tareas diarias. Y más aún en los contextos de crisis económicas, por las cuales surgen menos oportunidades de negocio, teniendo las empresas que hacerse más ágiles en todas las operaciones de la compañía, y en todos los equipos de trabajo.
Al respecto Alejandro Oliverio, socio de BP Solutions y consultor Pyme, observa que hoy en día por el contexto de crisis que está atravesando el país, las Pymes le muestran que están muy comprometidas, y focalizadas en optimizar tareas y funciones de los equipos de trabajo para lograr mayor productividad: “También algunas se están replanteando estrategias comerciales y necesitando mejorar el costo, tiempo y calidad de cada proceso”.
Contar con un sistema de gestión que simplifique y nuclee toda la información contable, impositiva, de ventas, compras, stock, y de todos los sectores de la empresa, es decisivo, ya que es un paso más en innovación para la organización, ganando fundamentalmente en tiempo y seguridad en las operaciones, dado que al adquirirlo se cuentan con varias actividades automatizadas, y con reportes exactos que sirven de soporte a la hora de definir funciones estratégicas, que acompañen el desarrollo de toda la empresa.
En este sentido, el asesor de emprendimientos Gustavo Gosiker, recomienda prestar atención y analizar los volúmenes de inventario, ya que “en épocas recesivas nada asegura que voy a poder ajustar mis precios según la inflación, y si no vendo mis productos, tal vez tenga que salir a liquidarlos a precios muy bajos para hacerme del efectivo”. Manejar la exactitud en la información del stock previene y otorga datos reales con los que se puede acertar en las decisiones tomadas.
La posibilidad de usar la tecnología e innovación se encuentra al alcance adoptando un sistema de gestión. Con el mismo, la agilidad en las tareas diarias está cumplida, convirtiéndose en la clave que acompaña el progreso.